En un concierto en Brasil, la cantante le bailaba sensualmente a un joven, quien estaba esposado, cuando, al subir sus piernas en sus hombros, el joven le mordió la pantorrilla.
Aunque Spears no hizo ningún escándalo, su cara lo dijo todo: estaba desorientada. Rápidamente, Spears bajó sus piernas de los hombros del sagaz fanático y continuó bailando en el tubo que se encontraba a la espalda del atrevido, mientras este seguía contorsionándose al ritmo de la música.
Fuente: elsensacional.com