De todos los actores que conocemos quizás en el último en el que pensaríamos a la hora de hablar de suicidio sería George Clooney. Una vida sin problemas aparentes y un gran éxito entre las mujeres deberían haberle valido para tener una vida feliz pero no ha sido así.
En 2005, mientras filmaba Syriana, George tuvo una lesión en su espalda que le provocó fuertes dolores. Fue entonces cuando pensó en suicidarse debido al estrés que sentía ante una situación de dolor constante.
Según ha comentado el actor a Rolling Stone, “Pensé que eso era todo, no podía seguir viviendo así. Estaba en un hospital, tumbado en una cama con una vía en el brazo, sin poderme mover y con unos dolores de cabeza perennes”.
“Durante esas tres semanas en las que no podía ni moverme pensé que debería hacer algo drástico para terminar con esa situación”. Clooney comenta que había pensado en usar el monóxido de carbono para suicidarse, “para olvidarte de los problemas y quitarles los problemas a tus familiares era mejor ir al garaje y listo” pero “escogí la vida”.
“Es una forma fácil de morir y la pensé aunque nunca iba a llegar a ese punto. Estaba en un momento en el que estaba luchando por sobrevivir y tenía que hacer algo para dejar de sufrir”.
Fuente: lacosarosa.com